Trump bajo fuego: el dilema de la clase dominante

Donald Trump ha sufrido una serie de golpes por las fuerzas anti Trump en la clase dominante y el establecimiento legal. Esto sin duda ha alentado a las fuerzas progresistas y revolucionarias que legítimamente quieren ver a este Trump reaccionario, autoritario, racista y misógino caer.

Los eventos recientes han golpeado a Trump. Su gerente de campaña, Paul Manafort, fue condenado en el juicio por ocho cargos criminales de fraude y evasión fiscal. Su abogado de muchos años y “reparador”, Michael Cohen, se declaró culpable y apuntó con el dedo a Trump por violaciones de la ley de campaña. Estos acontecimientos llegaron el mismo día.

Al día siguiente se reveló que el presidente ejecutivo del National Enquirer, David Pecker, que operaba una hoja de escándalo pro Trump, había recibido inmunidad para hablar sobre cómo trabajó con Michael Cohen para suprimir historias críticas sobre Trump comprandolas y luego no publicarlos.

Veinticuatro horas después se reveló que el CFO de la Organización Trump, Allen Weisselberg, también recibió inmunidad para testificar. Weisselberg ha estado a cargo de las finanzas de la Organización Trump desde los días del padre racista y pro nazi de Trump, Fred Trump.

Wall Street y Pentágono trazan línea sobre Rusia y RPDC

Poco después, el Secretario de Estado Mike Pompeo fue obligado a suspender su viaje a la República Popular Democrática de Corea con una semana de aviso. Pompeo ya había elegido al jefe de Ford Motors para dirigir la delegación. La semana pasada notamos que el desfile militar de Trump fue cancelado y que el Pentágono y la clase dominante se resistían a su intento de realinear la política exterior imperialista de Estados Unidos hacia Rusia, que la clase dominante ha bloqueado. (“Revuelta de los espías”, WW, 23 de agosto)

El último movimiento para cancelar el viaje de Pompeo a la RPDC es la respuesta de la clase dominante al intento de Trump de realinear la política exterior de EUA en la península de Corea. Finalmente, firmando un tratado de paz con la RPDC – para una guerra que terminó en un punto muerto hace 65 años – es una condición para seguir adelante. Todo el establishment militar y político se opone a esto y finalmente gana, incluso cuando Trump estaba siendo debilitado en los tribunales.

La clase dominante ha establecido la línea en lo esencial. Pueden vivir con las atrocidades fascistas de Trump en las fronteras, separando familias inmigrantes. Pueden hacer caso omiso de su apoyo a la brutalidad policial y el asesinato en las comunidades afroamericana y latina. Pueden vivir con sus insultos racistas contra África y Haití.

Pero cuando se trata de lo básico, la agresión hacia Rusia y la apertura de relaciones pacíficas en Corea, Wall Street y el Pentágono trazan una línea cerrada.

Los jefes rechazan la destitución por ahora

Debe notarse que estos acontecimientos han sido acompañados por un esfuerzo concertado para enterrar cualquier movimiento incipiente para la destitución, que ha sido acelerado por los reveses legales de Trump.

Este esfuerzo para anular cualquier conversación sobre el juicio político proviene tanto del liderazgo del Partido Demócrata como de los republicanos por igual. Una larga historia en el New York Times cuenta cómo la jerarquía del Partido Demócrata está tratando de apagar los incendios de destitución entre los demócratas de base. La línea del partido es proteger la investigación de Mueller y dejar que se desarrolle. (25 de agosto)

En este momento, la clase dominante es cautelosa de avivar un movimiento de destitución. Hay al menos dos razones. En primer lugar, están sacando toneladas de dinero por los beneficios de los recortes tributarios y la desregulación por Trump. El recorte total de un billón de dólares reduce directamente los gastos corporativos y va directamente al resultado final de la empresa. Las ganancias se dispararon durante dos trimestres. Ningún jefe o banquero quiere sacudir ese bote.

Segundo, tienen miedo de provocar una rebelión de derecha desde la base de Trump. Escuchan los mítines de Trump, que continúan tal como fueron durante la campaña, a pesar de todas las revelaciones sobre lo que es un racista de mala vida, misógino y fanático, Trump. La burguesía es siempre colaboradora, conciliadora o cobarde frente a la derecha, y esta es una lección que la clase trabajadora siempre debe recordar.

Todas las acusaciones, negociación de culpabilidad, inmunidades, exposiciones, etc., ascienden a esto: las fuerzas anti-Trump en la clase dominante están bailando con Trump. En este momento, la clase dominante está tratando de debilitarlo principalmente con ataques legales y publicitarios. Esto puede cambiar en circunstancias futuras como por ejemplo, si la guerra comercial con China se sale de control o algún otro acontecimiento catastrófico amenaza sus intereses capitalistas. Pero, en última instancia, esperan eliminarlo a través del proceso electoral de 2020.

El mejor escenario político para las fuerzas anti-Trump en la clase dominante es para que los demócratas ganen la mayoría en la Cámara de Representantes. Esto les dará el poder de convocar audiencias, traer testigos, citar testimonios y documentos, y librar una guerra de relaciones públicas contra Trump, mientras deja abierta la cuestión de la destitución.

En la actualidad, las masas enfrentan tres alternativas prácticas para eliminar a Trump: acusación, juicio político o elecciones. Las tres son soluciones de la clase dominante en arenas dominadas por el capital. La izquierda radical y revolucionaria definitivamente crecían, incluso antes de que Trump entrara. Pero dada la relación actual de las fuerzas políticas, y dada la relativa debilidad numérica de los revolucionarios y radicales izquierdistas, estas soluciones de la clase dominante son las únicas vías para eliminar realmente a Trump en este momento.

Formas de luchar contra Trump y el Trumpismo

Sin embargo, hay muchas formas de luchar contra Trump y Trumpismo sobre el terreno, como derrocar símbolos racistas, luchar para abolir el Servicio de Inmigración y Aduanas, sitiar los centros de detención de inmigrantes, apoyar la actual huelga de prisioneros, luchar contra la brutalidad policial, defensa de los derechos de las tierras nativas, exigiendo el derecho de las mujeres a la justicia reproductiva y los derechos LGBTQ, manifestaciones en contra de la guerra, etc. Todas estas son luchas justas que pueden estar directamente relacionadas con la lucha contra Trump. Pueden y deben emprenderse.

La propaganda y la agitación contra la reacción de Trump son otras vías importantes para ser usadas, especialmente a medida que las elecciones burguesas se acercan. Este es un momento en que las masas están abiertas a escuchar a la política. La izquierda real, la izquierda anticapitalista revolucionaria, puede no ser decisiva en la arena electoral, dada la actual relación de fuerzas. Algunos socialdemócratas, sin embargo, se postulan como candidatos del Partido Demócrata.

Es posible que el papel de la izquierda se lleve a cabo mejor mediante una campaña de manifestaciones y propaganda. En algunos estados, o concursos locales más probables, las fuerzas revolucionarias pueden participar en las elecciones sobre una base revolucionaria con fines de propaganda, así como para obtener representación.

La propaganda y la agitación durante la campaña actual deben elaborarse con sensibilidad. Deben tener en cuenta los sentimientos anti Trump de los indocumentados que han sufrido medidas fascistas en las fronteras, incluida la separación de las familias de sus hijos. Estas medidas fascistas no se limitan a las fronteras, sino que las lleva a cabo ICE en comunidades de inmigrantes y en lugares de trabajo en todo el país.

Esta propaganda debe tener en cuenta la ira en las ciudades y comunidades negras de todo el país contra la policía y el apoyo abierto de Trump para la brutalidad policial y el racismo confederado.

Debe reconocer que hay cerca de un millón de destinatarios de DACA (acción diferida para las llegadas de niños) que tienen la amenaza de la deportación colgando sobre sus cabezas. Además, cientos de miles, incluyendo a haitianos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y otros cuyo Estatus de Protección Temporal ha sido levantado, están esperando la deportación.

Teniendo esto en cuenta, se puede diseñar una propaganda anticapitalista y pro-socialista que no solo condena a Trump, sino que también muestra que la salvación no radica en el Partido Demócrata, un partido cuyo liderazgo está inextricablemente ligado a intereses corporativos y militares.

El socialismo gana popularidad

Hay mucha discusión y publicidad sobre la creciente popularidad del término “socialismo”. Desde la campaña de Bernie Sanders en el 2016, el término se ha vuelto respetable, particularmente a medida que el capitalismo decae y trae sufrimiento y gran desigualdad a las masas. El término “socialista” recibió un impulso adicional cuando Alexandria Ocasio-Cortez, una activista puertorriqueña, una aliada de Sanders y miembro de los Socialistas Democráticos de América, ganó una primaria contra un entrometido miembro del Partido Demócrata, Joe Crowley, que estaba en línea a ser nombrado presidente de la Cámara después de Nancy Pelosi. Ocasio-Cortez representará un distrito que se extiende por el Bronx y Queens.

Mientras su victoria primaria ha inspirado un gran entusiasmo entre los progresistas, también ha creado ilusiones entre muchos jóvenes, especialmente de izquierda, que están en el camino hacia hacerse cargo del Partido Demócrata y presentar un programa para erradicar la desigualdad, ganar atención médica universal, viviendas asequibles, incluso la propiedad estatal de industrias, etc. Estas ilusiones deben ser tratadas con argumentos marxistas, y no deben desdeñarse despectivamente. Por ejemplo, el presidente más progresista del siglo 20, Franklin Roosevelt, sofocó el movimiento independentista en Puerto Rico en la masacre de Ponce de 1934. Roosevelt llevó al imperialismo estadounidense a la Segunda Guerra Mundial, no inicialmente contra los nazis sino contra el imperialismo japonés, y justificó el internamiento de japoneses en los Estados Unidos.

Mientras que Roosevelt es bien recordado ahora por el New Deal, que concedió algunos derechos a la clase trabajadora empobrecida en ese momento, en preparación para la guerra, Roosevelt rompió una huelga por los trabajadores la naves aéreas en la costa oeste, hizo alianzas con Dixiecrats del sur, permitió que la segregación permaneciera en su lugar, incluso en el ejército, etc. ¡Y este fue el presidente más progresista del Partido Demócrata! Se enfureció contra los “realistas económicos” pero cumplió sus órdenes en el Pacífico y más tarde en Europa. Antes de entrar en la Segunda Guerra Mundial, dijo: “Sus muchachos no serán enviados a guerras en el extranjero”, hasta que los intereses imperialistas de Estados Unidos sean desafiados.

Solo la lucha ganará

¿Cómo ganó la clase trabajadora las concesiones de la administración Roosevelt? El New Deal no fue un regalo otorgado desde arriba. Se ganó a partir de manifestaciones de los desempleados en las principales ciudades; marchas de hambre; huelgas generales municipales en San Francisco, Minneapolis y Toledo en 1936; las huelgas de brazos caídos en Akron y Cleveland, que culminaron en la huelga de brazos caídos de Flint ese mismo año, lo que condujo a la organización de United Auto Workers, el Congreso de Organizaciones Industriales y la organización masiva de la clase obrera industrial.

Esta fue la fuerza que condujo a la Administración de Progreso del Trabajo, la Seguridad Social, el seguro de desempleo, el derecho de huelga y de organizar sindicatos, y muchas otras ganancias asociadas con el New Deal.

Lo mismo es cierto para la Ley de Derechos Civiles, el Acta de Derechos de Voto y otras ventajas legislativas, incluida la decisión Roe v. Wade del Tribunal Supremo y las que confirman los derechos de lesbianas y homosexuales. Fueron ganados primero en las calles del sangriento Sur y luego por rebeliones masivas y marchas en las ciudades del norte.

Los socialistas que tratan de obtener ganancias al afianzarse en el sistema electoral y el Partido Demócrata necesitan saber que los grandes pasos hacia adelante han venido de la lucha de clases: la organización militante de los trabajadores y las rebeliones de las comunidades oprimidas.

A la larga, solo la lucha de masas puede traer progreso social, y solo la revolución puede traer el socialismo.

 

Trump y la clase dominante, de Davos a DACA y Mueller

29 de enero – Donald Trump, el jefe ejecutivo racista, intolerante, autoritario y derechista del imperialismo estadounidense, quien es despreciado por las/os trabajadores y las masas oprimidas del mundo, estuvo operando en varios frentes la semana pasada.

Trump fue a Davos, Suiza, para asistir a una reunión de millonarios y multimillonarios. Los representantes de la clase dominante europea jugaron con su ego, halagándolo y tratándolo como un emperador.

Al mismo tiempo que se codeaba alrededor de Davos, frotando hombros con otros miembros de la clase dominante, los dos halcones inmigratorios de Trump, General John Kelly – jefe de gabinete – y Stephen Miller – asesor, estaban en Washington trabajando en su draconiana propuesta de inmigración, el punitivo proyecto de ley que ha sido denunciado por el movimiento de inmigrantes como una ley de rehenes de “supremacía blanca”.

Cuando Trump aterrizó en Davos, fue confrontado por los cargos, corroborados por numerosas fuentes de noticias, de que había intentado despedir ilegalmente al asesor especial Robert Mueller en junio pasado. Su respuesta: “Noticias falsas”.

Sin embargo, los banqueros europeos le dieron a Trump un tratamiento de realeza, siguiendo el ejemplo de los príncipes saudíes que proporcionaron un  grupo de músicos para tocar para él cuando ingresó en la sala de conferencias. Fue elogiado por los financistas corporativos por sus recortes de impuestos y desregulación, que elevaron los precios de sus acciones. Corporate Europe organizó una cena para él con los jefes de las 15 principales corporaciones europeas.

Su objetivo era aplacar a Trump lo suficiente como para evitar que lanzara un ataque contra los imperialistas europeos, la Unión Europea y la OTAN, los tradicionales sacos de arena de su arrogancia chovinista e imperialista. En esto, tuvieron mucho éxito. Trump mantuvo un discurso suave de 15 minutos redactado por sus manejadores. Pero fue abucheado cuando se salió del guión y denunció a la “prensa mentirosa”.

Trump tomó crédito personal por el aumento en el mercado bursátil y los recortes de impuestos. Sin duda, los bonistas parásitos europeos estaban eufóricos. La línea clave de Trump era “Estados Unidos está abierto para los negocios”, con el objetivo de atraer a los inversores europeos a sacar provecho de las bajas tasas impositivas y las regulaciones mínimas.

El discurso de Trump en Davos es un signo de debilidad

Su discurso en Davos fue un intento de volver parcialmente al redil imperialista sin alejarse completamente de su arrogancia nacionalista, prepotente y reaccionaria. Trató de asegurar a la audiencia que “América Primero no quiere decir sola”.

No es que Trump haya tenido alguna conversión interna de su chauvinismo de gran poder. Más bien, se están iluminando aquellos en el campo de Trump que al romper la alianza entre EUA y Europa, ha debilitado todo el campo imperialista en ambos lados del Atlántico, especialmente en el lado de los EUA.

El Pentágono necesita a la OTAN, junto con el imperialismo alemán y francés, en su lucha por subordinar a Rusia y completar la conquista de Ucrania. El Pentágono y el Departamento de Estado necesitan la colaboración del imperialismo francés y británico en África, donde ambas antiguas potencias coloniales tienen profundas raíces. Y Trump necesita la cooperación del imperialismo europeo si espera socavar el tratado nuclear de Irán.

Ninguno de los dos bandos puede lidiar con la parte socialista, planificada por el estado, de la expansión económica, comercial y diplomática de China. China está progresando constantemente con su proyecto Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda para establecer una red internacional de ferrocarriles, carreteras, oleoductos y redes de servicios públicos que vinculen a China con Asia central, Asia occidental y partes de Asia meridional.

En una concesión, Trump incluso habló sobre la posibilidad de volver a comprometerse con la Alianza Trans Pacífica, una señal segura de que la fortaleza de China y la debilidad de Washington están comenzando a evidenciarse.

Y a medida en que la administración Trump se acerque cada vez más a la guerra con la República Popular Democrática de Corea, y potencialmente con China e incluso posiblemente Rusia, necesitará el respaldo o al menos la neutralidad del imperialismo europeo.

Ninguno de los campos imperialistas –EUA ni Europa – es capaz de tratar con las/os oprimidos y la clase trabajadora del mundo, sin el otro. Ninguno de los dos bandos es capaz de contener los antagonismos inter-imperialistas o evitar que estalle una guerra que pueda desestabilizar el sistema imperialista capitalista. Trump, por supuesto, puede volver rápidamente a su vieja arrogancia. Pero, por el momento, eso es lo que explica el comportamiento “moderado” de Trump en Davos.

Propuesta DACA de Trump: ley de rehenes de supremacía blanca

Antes de irse a Davos, Trump anunció que tenía una propuesta que resolvería la crisis de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por las siglas en inglés) ofreciendo un camino a la ciudadanía para 1,8 millones de Soñadores (Dreamers) y para personas elegibles para ser Soñadores pero que nunca se habían registrado. Estas/os jóvenes inmigrantes obtendrían un “camino hacia la ciudadanía” en un período de 12 años.

Sin embargo, la propuesta de Trump, llamada Dream Act, también exige $30 mil millones para su muro fronterizo. Y reduciría drásticamente la inmigración para la reunificación familiar – un componente principal de la inmigración legal  – al excluir de cualquier legalización a los padres de Soñadores. También cierra el sistema que cada año permite que unas 55.000 personas de todas las regiones del mundo obtengan visas para ingresar a EUA en forma de lotería.

La propuesta de la Casa Blanca limitaría el patrocinio familiar a cónyuges e hijas/os menores. Eliminaría una serie de categorías existentes, incluidos hijas/os adultos, tanto casados ​​como solteros; padres de ciudadanos estadounidenses adultos; y hermanas/os de ciudadanos estadounidenses adultos. Los expertos han estimado que reducir estas categorías reduciría aproximadamente el millón de tarjetas verdes entregadas cada año en un 25 a 50 por ciento.

Un documento obtenido por CNN entra en más detalles: “El marco [del proyecto de ley] podría permitir detener a personas indefinidamente mientras esperan la deportación durante meses y años, algo que se ha reducido como resultado de las preocupaciones constitucionales en los tribunales. Las propuestas también podrían ampliar enormemente las definiciones de delitos que podrían someter a un individuo a la deportación”. (26 de enero)

El movimiento por los derechos de las/os inmigrantes y las/os representantes de los Soñadores han denunciado la propuesta de Trump, negándose a poner a otras/os inmigrantes en riesgo con el fin de obtener un beneficio para ellas/os.

Greisa Martínez Rosas, directora de defensa de United We Dream y beneficiaria potencial del Dream Act, comentó: “Llamemos a esta propuesta por lo que es: una nota de rescate de la supremacía blanca. Trump y Stephen Miller mataron al DACA y crearon la crisis que enfrentan las/os jóvenes inmigrantes. Han tomado a jóvenes inmigrantes como rehenes, enfrentándonos contra nuestros propios padres, inmigrantes negros y nuestras comunidades a cambio de nuestra dignidad.

“Para la propuesta de supremacía blanca de Miller y Trump, los jóvenes inmigrantes decimos: No”. (unitedwedream.org, 25 de enero)

El destinatario de DACA, Juan Escalante, en un comunicado de America’s Voice, escribió: “No es ningún secreto que Miller, junto con el General John ‘el adulto en el salón’ Kelly, ha estado redactando algunas de las políticas de inmigración más atroces que salen de la Casa Blanca. Uno incluso podría preguntarse si Miller y Kelly, y no el presidente Donald Trump, están dirigiendo el gobierno por el lado, explotando el corto período de atención de Trump. …

“Lo que la Casa Blanca está vendiendo al pueblo estadounidense no es más que una lista de deseos que reduciría la cantidad de inmigrantes, especialmente personas de color nacidas en países que Trump considera ‘letrinas’”. (26 de enero)

Trump y Mueller: legalidad burguesa vs. lucha de masas

Dentro de la sala de reuniones de Davos, Trump fue acosado con preguntas sobre cómo trató de despedir al asesor especial Robert Mueller, que lidera una investigación criminal sobre la relación de Trump con Rusia y sus conexiones financieras con los oligarcas rusos. Trump catalogó los cargos como “noticias falsas”.

Pero según el New York Times del 26 de enero, Trump ordenó a su abogado, Don McGahn, despedir a Mueller en junio pasado. McGahn, temiendo su propia responsabilidad legal, rechazó la orden. La cantidad de testigos entrevistados llevó incluso a Fox News a confirmar la historia.

La historia ha sido objeto de interminables programas de entrevistas en la red, programas de noticias y la prensa capitalista.

El objetivo de la discusión es que el intento de despido de Mueller concuerda con los esfuerzos de Trump para lograr que el jefe del FBI James Comey no fuera duro con el asesor de seguridad nacional Michael Flynn. Cuando Comey se negó, Trump lo despidió.

Los moderados y liberales anti-Trump están analizando una y otra vez las diversas posibles violaciones legales, violaciones de procedimientos, violaciones del protocolo, etc., que Trump ha cometido.

Sin embargo, no lo combatirán políticamente por su racismo, su misoginia, su patriotería militarista, sus amenazas de guerra nuclear, su chauvinismo antiinmigrante, su apoyo a la supresión de votantes, etc. Cuando hablan de socavar “nuestra democracia”, siempre se refieren a que los rusos supuestamente interfieren con las elecciones. Pero no plantean la interferencia más seria con la democracia capitalista: la supresión de las/os votantes.

Millones de afroamericanas/os, latinas/os, nativas/os y blancas/os pobres no han podido votar debido a las leyes de identificación con foto, la redistribución de distritos para reducir el peso del voto en barrios pobres y áreas urbanas, el cierre de casillas electorales, la descalificación de personas con condenas por delitos graves, etc.

Todos los comentaristas burgueses siguen refiriéndose a la renuncia de Richard Nixon, que se enfrentó a un juicio político por el allanamiento de Watergate. Pero hasta ahora Trump no ha dado indicios de que honre la legalidad burguesa. Además, la Cámara de Representantes está muy a la derecha, y es ésta Cámara la que se encargaría de iniciar el proceso de acusación.

Estos comentaristas y la dirección del Partido Demócrata repiten una y otra vez que Rusia trató de “subvertir nuestra democracia”. Sea lo que sea que Putin hizo o dejó de hacer, la democracia en este país es una versión muy restringida de la democracia capitalista. La clase capitalista tiene acceso a todos los niveles del gobierno, las comunicaciones y los poderes del estado. Es su democracia. Los derechos democráticos que existen para las/os trabajadores y las/os oprimidos dentro de este sofocante sistema capitalista se han luchado, a menudo con sangre, por generaciones.

Las/os afroamericanos han luchado por los derechos civiles. Los sindicatos han luchado por los derechos de las/os trabajadores. Las mujeres han luchado por la igualdad. También lo ha hecho la comunidad LGBTQ, desde el levantamiento en Stonewall hasta todas las batallas que siguieron. Las/os inmigrantes han luchado contra las deportaciones, las personas con discapacidad han luchado por la accesibilidad, y así sucesivamente.

Sin embargo, no importa qué derechos hayan ganado las/os trabajadores y las/os oprimidos bajo la sociedad capitalista, estos derechos se truncan, se limitan estrechamente y se les ataca constantemente. Los patronos son los que están en una lucha constante para desechar los derechos democráticos que la clase trabajadora y las/os oprimidos han ganado.

Las/os trabajadores con conciencia de clase no deberían caer en esta falsa investigación a favor de la guerra de Rusia para obtener influencia contra Trump. Lo que necesitamos es un movimiento masivo para hacer retroceder toda la agenda derechista de Trump y desafiar a la policía, el ICE y el FBI que son opresores del pueblo.

No nos beneficiamos cuando una facción de la clase dominante elimina otra facción si las masas se quedan sentadas indolentemente.

Trump, el presidente gánster

De acuerdo con su papel en la sociedad capitalista, la mayoría de los altos funcionarios del gobierno, elegidos o nombrados, tienen cualidades de gánster. Estos funcionarios pasan gran parte de su tiempo conspirando esquemas con los ricos para estafar o atacar de otra manera a las masas populares. A diferencia de la mafia, deben obrar en el marco de la política capitalista.

La mafia se diferencia del establecimiento capitalista en que no está obligada a cometer sus crímenes bajo cobertura legal. Al contrario, las actividades de la mafia ocurren fuera de los límites de la legalidad burguesa con el consentimiento silencioso de la clase dominante y sus agencias policiales. Además, los crímenes de la mafia son mucho menores que los crímenes del Pentágono, la CIA y el FBI.

Dicho esto, entre los políticos burgueses con más cualidades de gánster, está Donald Trump. Él es un mimado multimillonario de bienes raíces que funciona ordenando a sus subordinadas/os, robando a contratistas y a trabajadoras/es. Cuando se ve atrapado en un error, moviliza a su ejército de abogados para que lo limpien.

Ganó la presidencia utilizando su carrera televisiva como un trampolín y aprovechando la quiebra de la dirección del Partido Demócrata. Sus estrategas de campaña también se aprovecharon de la antidemocrática institución del Colegio Electoral para conseguir una victoria electoral mientras perdían el voto popular. (Hillary Clinton ciertamente era también una enemiga del pueblo, corrupta, militarista, propiedad de Wall Street).

Presidencia como el camino hacia (más) riquezas

Trump no sólo ha rehusado desprenderse de sus multimillonarios activos, sino que ha tratado de ganar aún más al estar en la Casa Blanca. Sigue instando a líderes y asociados extranjeros a quedarse en su hotel en Washington. Ha aumentado el costo de la membresía en el club de golf de Mar-a-Lago de $100.000 a $200.000. Ha rehusado publicar sus declaraciones de impuestos para así cubrir sus inversiones. Tiene negocios en Turquía, Azerbaiyán y otros lugares alrededor del mundo. Ha elaborado un plan de impuestos del cual él y sus compañeros magnates inmobiliarios cosecharán cientos de millones de dólares.

Su hija, Ivanka Trump, sigue difundido su marca mundialmente. Su yerno y consejero principal Jared Kushner, mantiene su propio imperio inmobiliario. “Aunque el Sr. Kushner renunció en enero a su cargo de director ejecutivo en Kushner Companies”, informa el New York Times del 26 de abril, “sigue siendo el beneficiario de los fideicomisos que poseen el creciente negocio de bienes raíces. La firma ha participado en aproximadamente $7 mil millones en adquisiciones durante la última década, muchas de ellas respaldadas por socios extranjeros cuyas identidades no revela”.

Ahora este bufón derechista, autoritario y fanfarrón, que no sabe nada de política burguesa y no tiene ninguna inclinación de aprender o buscar consejo, está formalmente a cargo del imperialismo estadounidense.

Cuando Trump mete al capitalismo estadounidense en problemas con sus aliados imperialistas estadounidenses en la OTAN, o amenaza los intereses corporativos al hablar de las guerras comerciales con la República Popular China (1.3 mil millones de habitantes), Canadá y México (los dos mayores mercados comerciales de EUA), no puede conseguir que el Congreso Republicano quite asistencia de salud a 24 millones de personas, o apruebe una prohibición de viajar contra musulmanes que provoca un movimiento mundial, o amenaza con provocar una rebelión masiva diciendo que deportará a 11 millones de trabajadoras/es indocumentados, etc., todos sus subordinados, lacayos y abogados no pueden ayudarle a salir del problema.

La clase dominante está ambivalente acerca de Trump – con razón. Por un lado, están salivando sobre su recorte de impuestos para multimillonarios y grandes corporaciones. Están extáticos por su campaña de desregulación que permite, entre otras cosas, a las compañías de carbón envenenar el agua potable, destruir las normas de emisiones de autos para ayudar a la industria automovilística y eliminar las regulaciones ambientales para ayudar a la gran industria. Y, por supuesto, les encanta sus exenciones tributarias para las compañías de seguros de salud.

Por otro lado, se sienten frustrados porque esperaban obtener grandes exenciones tributarias a partir de la revocación de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, y querían poner sus manos en $880 miles de millones en recortes de Medicaid para que se  financiaran incentivos fiscales para los ricos. Sin embargo, aunque la clase dominante quiere aprovecharse de los recortes tributarios de Trump y las  desregulaciones, no quieren que arruine su sistema. Por eso han tomado medidas contra él. Primero, lo han rodeado de generales y banqueros de Wall Street en la Casa Blanca y el Gabinete.

Limitan presupuesto de Trump y rechazan NAFTA

Pero últimamente le han dado una paliza en las negociaciones presupuestarias. En el último presupuesto de $1,2 billones, Trump salió con las manos vacías, a pesar de toda su gritería. En las negociaciones, Trump fue rechazado por los representantes fieles de la clase dominante en el Congreso sobre cuestiones clave:

  • El gasto interno aumentó, en lugar de los $18.000 millones en recortes exigidos por Trump.
  • Trump quería que el presupuesto nacional de los Institutos de Salud se redujera en $1.2 miles de millones. En cambio, se incrementó en 2.000 millones de dólares.
  • Trump pidió que el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental se redujera en un 33 por ciento. En cambio, se redujo en un 1 por ciento.
  • Planned Parenthood continuará siendo financiado a los niveles actuales en estados que no voten para retirar la subvención.
  • Trump pidió $30.000 millones en aumento del gasto militar. Consiguió $12.500 millones y otros $2.500 millones cuando presente un plan para derrotar al grupo del Estado islámico.
  • No hay dinero para su amado Muro de la Frontera; sólo fondos de seguridad fronteriza para nuevas tecnologías y reparaciones; de hecho, los fondos para la “seguridad fronteriza” se redujeron y no hubo dinero para una fuerza de deportación.
  • Los subsidios de salud para los pobres seguirán (el dinero va a las compañías de seguros).

“El gobierno de Trump dijo que ya no estaba considerando retirarse del TLCNA, después de un día de intenso cabildeo de líderes empresariales y legisladores que se unieron para anular la discusión interna de la Casa Blanca sobre la perspectiva”, escribió el Wall Street Journal el 27 de abril. Trump se vio obligado a llamar a los presidentes de México y Canadá para decirles que había abandonado la derogación. Luego emitió un tuit diciendo que lo habían llamado, en lugar de admitir que los grandes negocios y la agroindustria lo habían obligado a retroceder.

Trump, China y la RPDC

Washington está en medio de una crisis en Corea. Aunque necesita la cooperación del régimen surcoreano para perseguir su agenda beligerante, Trump aprovechó este momento para decirle al gobierno surcoreano que quiere romper el acuerdo comercial con su país. Es un “mal acuerdo” negociado por el presidente Obama, según Trump. En realidad, fue negociado bajo George W. Bush.

Empeorando las cosas, Trump le dijo al gobierno de Corea del Sur que tendría que pagar $1 mil millones para el sistema antimisiles THAAD del Pentágono, a pesar del acuerdo existente en que EUA pagaría el costo de su despliegue. El Asesor de Seguridad Nacional, General H. McMaster tuvo que telefonear a funcionarios  surcoreanos y asegurarles que EUA pagaría. (WSJ, 30 de abril)

Trump tiene una visión excesiva de sus poderes personales. Afirma tener una buena relación con el presidente Xi Jinping de la República Popular de China. Afirma que debido a sus llamadas telefónicas con Xi, China va a ayudar al gobierno de EUA a salir de su situación con la desafiante República Popular Democrática de Corea.

Trump ha tratado de hablar suave con China y duro con la RPDC. Pero la verdad es que los líderes de la República Popular China, especialmente su ejército, el Ejército Popular de Liberación, no pueden ignorar los hechos imperantes de la crisis en la península coreana.

En una llamada telefónica el 23 de abril, el presidente Xi pidió a Trump que se abstuviera de aumentar las tensiones en la región, incluso si la RPDC anunciaba pruebas de misiles o armas nucleares. Xi hizo un llamado a Trump para que no se entretenga en disputas y se mueva hacia negociaciones.

Evidentemente, no estamos de acuerdo con Xi en que la RPDC debe presionarse para que abandone su lucha por construir un elemento de disuasión nuclear. Pero, de todas formas, el jefe de la República Popular China pidió a Trump que bajara el tono.

Un día después, el 24 de abril, en plena noche, EUA desplegó en Corea del Sur el sistema anti-misiles THAAD, que está equipado con un radar de alta potencia que llega más allá de la RPDC y puede ser utilizado para espiar el Ejército chino. La República Popular China ya ha dicho que este despliegue desestabilizaría el equilibrio estratégico en la región a favor del imperialismo estadounidense.

El liderazgo chino y el EPL están conscientes de la amenaza. No puede ser coincidencia que el mismo día del despliegue, China probó su primer portaaviones de fabricación nacional. El buque se completará en 2020. “China ha lanzado su primer portaaviones construido por sí sola, en una demostración de la creciente sofisticación técnica de sus industrias de defensa y la determinación de salvaguardar sus reivindicaciones territoriales marítimas y rutas comerciales cruciales. El transportador de 50.000 toneladas fue remolcado de su astillero justo después de las 9 de la mañana del miércoles.” (Washington Post, 26 de abril)

Pero el mensaje implícito es que China tiene su propio poder naval, incluyendo un portaaviones armado y funcional construido por la ex-URRS que obtuvo de Ucrania y fue restaurado. China contuvo su respuesta a Trump y al Pentágono al no desplegar su portaaviones armado y desplegar en su lugar el aún sin terminar. Pero el mensaje fue enviado.

Lo que también queda claro de estos acontecimientos es que el imperialismo estadounidense y el Pentágono son los enemigos tanto de la RPDC como de la República Popular China. El Pentágono obra por venganza contra la RPDC porque este heroico país socialista se ha enfrentado sin temor a Washington, tan firmemente ahora como lo hizo durante la Guerra de Corea de 1950-53, cuando rechazó la poderosa máquina de guerra estadounidense.

El imperialismo estadounidense también se opone a la República Popular China porque, a pesar del crecimiento de millonarios y multimillonarios capitalistas dentro del país socialista, el Partido Comunista de China y el Ejército Popular de Liberación siguen siendo guardianes de las empresas estatales y de la planificación económica que son características del socialismo.

Washington se da cuenta de que mientras el imperialismo estadounidense está sumido en el estancamiento económico y crisis militares y políticas en todo el mundo, China se está fortaleciendo cada vez más, tanto económica como militarmente. Está aumentando su influencia en Asia, África y América Latina a través de proyectos de infraestructura que ayudan a las antiguas colonias a superar el subdesarrollo impuesto por los imperialistas.

En un momento en que el imperialismo de EUA está fuera de balance tanto en el país como en el exterior, la clase dominante capitalista tiene que mantener a raya a su presidente gánster, para que no aumente la inestabilidad de Washington.

A pesar de todos los intentos de la clase dominante de distanciarse de Trump, el gobierno capitalista es el comité ejecutivo de la clase dominante. Karl Marx lo dijo hace mucho tiempo, y todavía es cierto hoy en día.

Hay muchas maneras en que los patronos podrían deshacerse de él, dada toda la ilegalidad de su régimen de enriquecimiento familiar. Sin embargo, la clase dominante es la responsable de mantener a Trump en el cargo y por cada acción racista y reaccionaria que éste haga. Trump es el representante de su clase, y las masas deben responsabilizar a los capitalistas por cada crimen que comete contra el pueblo.

Detrás del ataque a Siria

“Usted proporciona las imágenes. Yo proporcionaré la guerra”. El editor William Randolph Hearst en 1898, preparando las bases para la guerra de Estados Unidos contra España y la invasión de Cuba.

By Fred Goldstein, April 18. 2017.

El ataque de la administración Trump contra la fuerza aérea siria fue dirigido primero a Rusia, así como al gobierno de Bashar al-Assad. China y la República Popular Democrática de Corea fueron objetos secundarios del ataque.

El ataque de armas químicas en Siria, suponiendo que no estaba totalmente escenificado por los enemigos del gobierno de Damasco, tenía por objeto forzar al presidente Donald Trump a desviar su orientación política de reconciliación con Rusia– y mantener la presión militar centrada en su objetivo a largo plazo, el derrocar al gobierno de Assad. Washington no sólo quiere derrocar a Assad, sino que también pretende poner un gobierno complaciente en Damasco que expulse por completo a los rusos de Siria y el Mediterráneo.

El ataque militar imperialista de Estados Unidos ocurrió cinco días después de que la embajadora de Trump en la ONU, Nikki Haley, dijera: “La política diplomática de Estados Unidos sobre Siria por ahora ya no se centra en hacer abandonar el poder al presidente del país, Bashar al-Assad”. (Reuters, 30 de marzo) La publicidad en torno al supuesto ataque con armas químicas fue diseñada para revertir esta política de Trump.

Cargos sin evidencia

Las acusaciones en contra del gobierno de Assad han sido unánimes y tempestuosas en los medios de comunicación capitalistas, el Congreso y los militares. Todo esto ha sucedido a pesar de que no hubo ni un atisbo de investigación ni un elemento de prueba convincente de que Damasco tuviera algún papel en el supuesto ataque. El gobierno sirio ha negado categóricamente los cargos, pero sus negativas no han recibido publicidad en los medios capitalistas.

En total, esto es lo que es cierto: el gobierno sirio no tenía ninguna razón para llevar a cabo tal ataque. Ha estado ganando la guerra sin usar armas químicas y no tiene el menor motivo de todas las partes implicadas para llevar a cabo ese ataque. Los ataques perjudicaron al gobierno sirio y ayudaron a los imperialistas y sus grupos de clientes reaccionarios dentro de Siria.

En cualquier investigación criminal lo primero que se busca es el motivo, los medios y la oportunidad de llevar a cabo el crimen. Las partes con los motivos, los medios y la oportunidad para hacer tal cosa son el gobierno de los Estados Unidos y los reaccionarios en Siria que están perdiendo la guerra. Los de este último grupo han intentado sin éxito derrocar a Assad y tratar de atraer al gobierno de Estados Unidos a la lucha militar.

Los neoconservadores del New York Times en el caso de Siria

El New York Times lideró la acusación acusando instantáneamente al gobierno de Assad. El Times asignó a dos de sus propagandistas anti-Siria más comprometidos para cubrir la historia – Michael Gordon y Anne Barnard.

Gordon fue coautor con Judith Miller de los artículos de Times que promovieron la idea de que Irak tenía armas de destrucción masiva al fraguarse la invasión EUA-Britania en el 2003. Miller finalmente perdió su trabajo por mentir sobre la existencia de estas armas en Irak. George W. Bush usó estas aserciones para reforzar el pretexto de la invasión. Barnard escribe como publicista para los grupos reaccionarios sirios.

El escritor progresista y fundador de consortiumnews.com, Robert Parry, explicó el 5 de abril: “Gordon durante años, ha estado en las primeras líneas de las estrategias de los neoconservadores para los ‘cambios de régimen’. Es coautor de la infame historia de tubos de aluminio del Times del 8 de septiembre de 2002, que dependía de fuentes del gobierno estadounidense y desertores iraquíes para asustar a los estadounidenses con imágenes de ‘nubes tipo hongo’ [de explosión nuclear] si no apoyaban la invasión del presidente George W. Bush contra Irak”.

Resultó que los tubos de aluminio estaban destinados a las armas convencionales.

Seymour Hersh, reportero investigador que expuso la masacre de 1968 en My Lai en Vietnam, informó en 2015: “En la primavera del 2013, la inteligencia estadounidense se enteró que el gobierno turco, a través de elementos del MIT, su agencia de inteligencia nacional y la Gendarmería, una organización militarizada de aplicación de la ley, trabajaba directamente con al-Nusra y sus aliados para desarrollar una capacidad de guerra química”.

Hersh continuó: “La Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y otros agentes de inteligencia han informado a nuestros altos oficiales de que el sarín fue suministrado a través de Turquía, que sólo pudo haber llegado allí con el apoyo de Turquía. Los turcos también proporcionaron la capacitación para producir el sarín y manejarlo”. (reportado por Robert Parry, consortiumnews.com, 16 de septiembre de 2015)

Tras el ataque de gas químico en 2013, el Times informó que los expertos siguieron el camino de los misiles que transportaban el gas, y trazaron su origen a Damasco. Más tarde resultó que los misiles tenían un alcance que no podría haberlos lanzado desde Damasco. La distancia real era la distancia desde el territorio controlado por los rebeldes. (Consortiumnews.com, 29 de diciembre de 2013, vinculado al artículo de Times)

Objetivo de la clase dominante: Forzar Trump oponerse a Rusia, Assad

Incluso durante la campaña electoral estadounidense y desde que Trump ganó, el Pentágono y la clase dominante en general han intentado socavar el intento de la administración Trump de cambiar la política exterior estadounidense hacia una mayor cooperación con el presidente ruso Vladimir Putin. Las imágenes horrendas del presunto ataque químico en Siria fueron calculadas para encajonar a Trump y no dejarle otra alternativa que atacar al gobierno sirio.

Los tambores de guerra contra Siria llegaron implacablemente de casi todos los cuarteles de la clase gobernante, desde moderados del Partido Demócrata hasta reaccionarios republicanos. Trump, que ha sido el blanco de ataques, de ridículo y de bromas en los medios de comunicación corporativos, fue momentáneamente catapultado desde el estatus de bufón torpe a la posición de líder decisivo. Esta alabanza, sin embargo, es sólo temporera. Los militares y sus portavoces en el Congreso, como los senadores John McCain y Lindsey Graham, están presionando a Trump a ir más allá y explicar lo que sigue.

Militarización del Consejo de Seguridad Nacional

En toda la celebración sobre la repentina demostración de liderazgo de Trump, lo que se omite es que él ha militarizado la cúpula del gobierno. Él recibió muchos elogios cuando expulsó a Stephen Bannon del comité más poderoso del gobierno, el Comité de Directores del Consejo de Seguridad Nacional.

Bannon es un ultra-extremista de derecha con una visión apocalíptica de la guerra en Asia y está contundentemente opuesto a la civilización islámica. Pero los aplausos por el retiro de Bannon han ahogado alguna respuesta al cambio en el Comité de Directores. Ahora hay cuatro generales en el consejo – y son extremistas con armas.

Bajo Trump, el principal cuerpo de política exterior del gobierno capitalista ha pasado de tener la fachada de un gobierno civil, a un abierto control militar de la política exterior. El ataque a Siria debe ser visto en esa luz.

El secretario de defensa de Trump es James “Mad Dog” (perro rabioso) Mattis, un ex general de Marina. Mattis supervisó las operaciones de Oriente Medio como jefe del Comando Central hasta su jubilación en 2013. Entre las muchas citas coloridas de Mattis está: “Sea cortés, sea profesional, pero tenga un plan para matar a todos los que vaya conociendo”.

Mattis se opuso al acuerdo del presidente Barack Obama con Irán. Él dirigió el ataque a Fallujah en 2004, que destruyó esta ciudad iraquí de 300.000 personas. Ese ataque utilizó municiones venenosas y radioactivas de uranio empobrecido y causó masivas bajas civiles. Sus tropas masacraron a 24 civiles en la ciudad de Haditha en 2005. (democracynow.org, 26 de enero de 2012) Mattis rehusó disculparse. Ha sido un verdadero extremista militar.

El jefe del Departamento de Seguridad Nacional es el marino jubilado John Kelly, un halcón de seguridad fronterizo que estaba a cargo de las operaciones del Caribe y Sudamérica como jefe del Comando Sur de los Estados Unidos. Se opuso a los planes de Obama de cerrar la prisión de Guantánamo y ha alimentado los temores levantando el espectro de que terroristas ingresan al país a través de la frontera entre Estados Unidos y México.

El consejero de seguridad nacional de Trump es el teniente general H.R. McMaster, que sigue en servicio activo y es un ex comandante de tanques en Irak y Afganistán. McMaster reemplazó al General Michael Flynn cuando Flynn fue derrocado. McMaster desempeñó un papel clave en expulsar a Bannon del Comité de Directores del CSN. Los militares destituyeron a Bannon, el ideólogo ultra-derechista, para evitar que interfiriera o escuchara sus planes.

También en el comité está el Teniente General de Marina Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto. Fue comandante durante la invasión de Irak en 2003 y comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán en 2013. Dijo al Comité de Servicios Armados del Senado en 2015 que Rusia es la “mayor amenaza para los intereses de Estados Unidos”. (Washington Post, 9 de julio de 2015).

Los militares estadounidenses planean tener un enfoque amplio que incluya a Rusia, China, la RPDC, Siria, Irán, Yemen, Somalia y Libia. Especialmente se esfuerzan por mantener la hostilidad contra Rusia ahora porque a Washington le interesa Ucrania y está indignado de que los rusos se movieron rápidamente para frustrar una total toma imperialista de ese país. El Pentágono le da un firme respaldo al régimen fascista en Kiev y planea alimentarlo con armas más poderosas. Todo esto está vinculado a su campaña anti rusa.

Washington a Putin: Somos el jefe

El año pasado y a principios de este año, un grupo de trabajo conjunto ruso, turco e iraní debatió cuestiones sobre una solución política para el conflicto sirio en conversaciones en Astana, Kazajstán. (Reuters, 16 de febrero) Estados Unidos no participó en las conversaciones.

Washington y el ejército EUA rechazan la participación política del gobierno ruso en la solución de la cuestión siria. Los ataques aéreos estadounidenses en la base aérea de Siria tenían la función de mostrar a Putin quien es el jefe de la región.

El mismo escenario se puso en marcha en 2016 cuando el entonces Secretario de Estado John Kerry se entrevistó con el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, para trabajar en una coordinación militar y conversaciones de paz sobre Siria. Después de una maratónica sesión de negociación el 8 de septiembre, Kerry calificó el acuerdo de “un potencial punto de inflexión” en el conflicto, si se implementa. (CNBC, 9 de septiembre de 2016)

Sin embargo, apenas una semana después del anuncio de Kerry, el New York Times informó el 17 de septiembre: “Estados Unidos reconoció el sábado [17 de sept.] que sus aviones de combate habían llevado a cabo un ataque aéreo en Siria que resultó en la muerte de tropas del gobierno sirio. Funcionarios militares estadounidenses dijeron que los pilotos en el ataque, en la provincia oriental de Deir al-Zour, creían que estaban dirigiéndolos contra el Estado Islámico”.

El artículo decía que “el ministerio de Defensa de Rusia dijo que el ataque de EUA había matado a 62 soldados sirios y había herido a 100 más”. Este ataque rompió las conversaciones y toda posibilidad de elaborar un plan de paz.

RPDC y China también objetos del bombardeo contra Siria

El ejército se apresuró a atacar a Siria con el fin de entregar una significativa bofetada diplomática a la República Popular China en el mismo momento en que el presidente chino Xi Jinping se reunía con Trump en su Casa Blanca de la Florida. Trump no le habló del ataque hasta que terminó la reunión.

El ataque también pretendía amenazar a la República Popular Democrática de Corea.

Para dar seguimiento al ataque en Siria, el Pentágono está enviando un portaaviones con fuerza de ataque hacia aguas coreanas. El portaaviones Carl Vinson, acompañado de misiles y fragatas, está navegando allí desde Singapur para llegar a tiempo para el 105 aniversario del histórico líder comunista coreano Kim Il Sung. El 15 de abril es celebrado en la RPDC como “el día del sol”.

Trump le ha dado a los militares una correa larga. Él está fomentando los planes de venganza de los militares contra la RPDC, que derrotó a la fuerza invasora estadounidense en la Guerra de Corea. El ejército estadounidense nunca se ha repuesto de esta pérdida.

El gobierno de Trump ha dejado que el Pentágono envíe más tropas a Siria, bombardee a un gran número de civiles en Mosul y aumente los ataques de aviones no tripulados en Yemen y Somalia, todo sin que la Casa Blanca firme estas operaciones. Ha habido una gran escalada en la matanza de civiles por los militares estadounidenses en virtud de estas nuevas normas.

Al militarizar el gobierno, Trump ha dado más prioridad a la batalla perdida del Pentágono y del imperialismo estadounidense de superar la disminución de la posición de Washington en el mundo. La verdadera consigna de la política exterior de Trump es: “Hacer que el imperio militar de EUA vuelva a ser grande”. Pero este bufón autoritario, racista, misógino y prejuiciado no tiene otro talento que fanfarronear dando órdenes. No puede ver que este peligroso curso sólo puede terminar en un desastre para el imperialismo estadounidense.